martes, 24 de julio de 2012

Fue increíble.

Bien, ahora el título del blog vuelve a tener sentido. Sí, fue increíble. No me arrepiento de nada, ni de un sólo momento con ellos, supieron llenarme contínuamente, no todos, sí muchos. No esa panda de arpías, sí esas personas geniales. Pero el caso es que no los voy a olvidar jamás. Es curioso cómo mientras otros hacen planes para ti, tú no sepas ni qué es lo que quieres hacer. Llega el momento de iniciar mi marcha.

jueves, 19 de julio de 2012

Capítulo 2.

         Después de lo que había pasado, Tom no sabía cómo sentirse. Se acababa de despertar y estaba tumbado apoyado en la pared de la clínica del palacio. Se levantó cuidadosamente, fue a recoger las cajas de fresas que había dejado donde la chica estaba inconsciente, y las llevó al interior. Cuando salió, llevaba una bolsa cargada de dinero, la reina se encotraba feliz ese día y había decidido recompensarle por su trabajo. Al menos, fue mejor que aquella vez cuando lo echó a patadas-en realidad fueron los guardias acompañados de sus perros-y le dijo que no volviera más. Abandonó el palacio y partió hacia su casa, ya que sus intestinos le rugía y no había nadie por la calle: debía ser hora de comer.

Brand New Start.

Estaba tardando ya el momento en el que, por unas circunstancias u otras, todo se vieniera abajo. Y de hecho, todo se ha venido abajo. La montaña de un grano de arena se hizo demasiado grande. Ya no queda nada por lo que luchar. La última gotita de esperanza se largó tan rápido como llegó. Y es ahora, cuando empiezas a rascar en los rincones más oscuros en busca de tu sustento. Sin embargo, no hizo falta mucho para dar con la salvación. Aquellas personas que creías desaparecidas, aparecieron de nuevo. Viejos amigos que nunca rompieron su conexión contigo. Nuevas personas con las que tratar y vivir el día a día. Te das cuenta de que no todo se reduce al mundo en el que antes vivías, sino que te das cuenta de que hay muchas cosas mejores. Pero claro, no puedes dejar a alguien que se vaya y se salga con la suya, ¿verdad? Obviamente, el mundo pasado no estaba contento con tu huída, ni si quiera quería aceptar que eras feliz. No obstante, supiste cómo callarles la boca. Claro está que ésto es un nuevo comienzo, una especie de receso como el de los juzgados, pero la diferencia es que cuando esto acabe, no volveremos al juicio. O eso espero.